Palabras por el mundo

viernes, 29 de noviembre de 2013

Yo no quiero, una vida normal



Yo no quiero, una vida normal.
Quiero mantener viva, mi ilusión.
Poder soñar, con un mañana.
Poder soñar, mi mañana.

Recorrer el mundo con placer.
Dar placer al recorrer.

Ser libre de pensar
Saber que soy libre de pensar.

Yo no quiero, una vida normal.
Vivir de forma lineal.
Quiero gritar mis caídas.
Disfrutar del vértigo.
Sudar en mis escaladas.
Llegar a lo alto, y mis brazos
Alzar.

Yo no quiero, una vida normal.
Vivir siendo uno más.

Deseo poder comenzar
Intentar acabar.
Y volver a empezar.

Yo no quiero, una vida más.
Solo vivir esta.
Hacerla digna, para simplemente

Recordar. 

miércoles, 27 de noviembre de 2013

You never walk alone

You never walk alone

Soy un apasionado del fútbol. Me gusta verlo, sentirlo y como no. Conocer su intrahistoria. Tanto Celtic de Glasgow, como Liverpool. Tienen de himno “You never walk alone” (Tú nunca caminarás solo). Cuando el resultado es adverso, el equipo pierde fuerza, o bien para animar.  Los aficionados de estos dos clubes entonan este cántico. Es su manera de demostrar, que pase lo que pase, ellos están ahí. Ese es su club y esa su lucha.

Hoy, como amigo y como aficionado a la vida. Canto mi peculiar:  “You never walk alone”. Porque estoy ahí, contigo. Aunque estemos separados por la distancia. Lo canto porque este “partido” únicamente, acaba de comenzar. Y aunque no sé, si habrá prórroga o penaltis. Pero aun así. Yo estaré expectante, ante tú lucha. Lo canto porque no me rindo, nunca lo hago y menos lo voy hacer ahora. Esta lucha es tan tuya como mía. Lo canto, porque tengo la seguridad, de que vamos a ganar.  Lo sé, porque nunca es tarde para comenzar, lo que todavía no terminó. Y mientras exista una sola oportunidad, existirá esperanza. Lo canto, porque aunque ahora sólo escuches mi voz. Sabes que detrás de ti, tienes toda una afición. Familia, amigos, compañeros. Que esperan que lo des todo en este grandioso terreno de juego, al que llamamos vida.

Hoy entono mi “You never walk alone”. Lo canto a todo pulmón.  Lo grito a los cuatro vientos. Lo tatúo a fuego en mi cuerpo. Lo inhalo para que mi alma, se empape de él. Porque quiero que sepas, que estaré expectante. Porque quiero que sepas, que saborearé cada gol  que tú marques. Porque quiero que sepas, que desde el primer minuto, allí estaré. Con esta mirada de perro viejo. Siguiendo tus pasos, ayudándote en cada momento. Porque quiero que sepas. Que no soy únicamente yo. Que tienes “aficionados” que contigo estarán. Y cuando la entrada sea demasiado cara. Si no es uno, será otro. Pero en tu  campo de vida, nunca existirá una butaca vacía.   

  Ahora como aficionado, únicamente te pido. Que ofrezcas lo mejor  de ti, en cada partido. En cada pequeña batalla que te toca vivir. Que nunca pierdas el rumbo y tu ambición de ganar. Porque no sólo representas un club, sino la ilusión de todos aquellos, que contigo estamos. ¡Ánimo, y a ganar! Que contigo, nosotros estaremos.  

Este es el himno en cuestión. 

miércoles, 20 de noviembre de 2013

No me rindo


Yo no me rindo
Aunque persiga sueños
Sueños sin terminar.

Yo no me rindo.
Aunque emprenda nuevos caminos.
Que solo yo, he de recorrer
Sin nada saber.

Yo no me rindo.
Aunque el día se me haga eterno
Comparado con un futuro incierto.

Yo me niego
No pienso rendirme.
Porque lo merezco
Porque yo, así lo he querido.

Y que se abra el infierno
Que se queme en cielo
Y que el mar se vuelva sal.

Yo, no me rindo.

Y aunque mi corazón llore.
Y mi alma sufra.

Yo, no me rindo. 

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Mi vida


No voy a lamentar el tiempo.
No voy a llorar, lo que no comprendo.
No pienso vivir el pasado
Ni quemarme en el futuro.

Y aunque el presente sea gris.
Fuerte es mi puño
Más duro es aún, mi corazón.

El que se detiene, se pudre.
El que rápido camina,
La vida de él se burla.

Mi sino no está escrito
Aun lo escribo yo.
Mi pluma no se olvida.
Marca mi camino
Comenta mi jugada.

Y si, aún he de jugar.
Mi vida como crédito
He de gastar. 

lunes, 11 de noviembre de 2013

¿Dónde estás?


¿Dónde estás, canalla?
En el fondo de la baraja.
Ahora soy, la última carta.
Un recuerdo pasado
Un sentimiento encontrado.

¿Cuándo volverás, canalla?
Cuando libres tu última
De las batallas.
Cuando tu corazón de tristeza
Se seque.
Cuando tu alma
En mil pedazos se rompa.

¿Cómo te sientes, canalla?
Relajado, contento, expectante…
Espero que nunca llegue mi momento.  

Tu felicidad y la mía.
Son la misma.
Tu aliento y el mío.
Son lo mismo.
Tus preocupaciones
Son mis preocupaciones.

Canalla o no, somos uno.
Un mismo pájaro encerrado
En una misma jaula.
Buen David, de mí no te preocupes.
Preocúpate, de seguir.
De disfrutar
De sentir.
Que yo, siempre estaré ahí.  

viernes, 8 de noviembre de 2013

Un pedacito de mi. Parte 2


Un pedacito de mí. (Parte 2)

¡Hola a tod@! Hoy os traigo otro pedacito de mí. Otro golpe de sinceridad, que espero que me acerque un poco más a vosotros.

 Yo nunca elegí ser poeta, nunca pensé en la poesía. Pero un día, ella vino a mí. Odio la palabra “destino”. No creo en él, ni creo que estemos sujetos a su “fabuloso” poder. Sinceramente el destino es el invento, del que no quiere pensar. Planear un futuro o complicase en tomar decisiones. Así que, no creo que estemos sujetos a un futuro predeterminado. Sino que somos capaces de ayudarnos, cumplir nuestras expectativas, cumplir nuestros sueños, superar nuestras frustraciones.  

Pero con destino o sin él. La poesía llego a mí, ella vino a mí. Buscaba sorprender a quien no quería ser sorprendido. Buscaba acercarle un pedacito de mi alma, regalarle esas palabras que salen directas del corazón. Ablandar así el suyo y hacerme un hueco en su vida. Pero no lo conseguí. Simplemente viví un amor platónico, un sueño. Doloroso al final, pero ahora recordado como algo bonito.

De ese amor platónico, idealizado y no realizado. Gané confianza, pasión perra y experiencias que hoy en día son recuerdos de un tiempo pasado. Gané también una terapia a mi nerviosismo y ansiedad. Esa terapia fue y es, la poesía. Un método precioso de sincerarme conmigo mismo, organizar mis ideas y superar frustraciones. Pues cada vez que escribo, el mundo se detiene. El tiempo pasa a ser mío y de nadie más. Las frustraciones, los miedos, las incógnitas, el deseo, el sentir… todo, es expulsado de mi ser. Liberándome de cada carga, de cada sentir que bien me oprime o me hace sonreír. Mi poesía por tanto no es la búsqueda de los versos más hermosos del mundo. Eso, se lo dejo a los “grandes”. Mi poesía es terapia del alma. Terapia de MI alma.

Por eso, mis versos estuvieron tanto tiempo guardados en un cajón. Escondidos al ojo ajeno. En una de esas experiencias, tuve la mala fortuna de que mis versos pararon en las manos de una mujer. La cual navegó por mis miedos, mis sentimientos. En una palabra, mi ser. Eso hizo que me confundiese con ella. Pensé que me entendía, que era mi alma gemela. Pero simplemente descubrió e entendió mi ser. Ella no buscaba acunar mi alma. Ni entender mi amor. Ella recogió la información que yo ilusamente le regalé. Con el resultado de vivir un engaño. Un engaño por mi parte y un engaño de su parte. Una mala experiencia que consiguió esconder mis versos aún más. Y hacer que mi corazón se resguardase en si mismo.

Desde hace cuatro años vivo una relación seria. No sé, ni me importa si es mi alma gemela. Solo puedo afirmar que rompió mi coraza. Lo consiguió ganándose su respeto y confianza. Confío en ella, la respeto y sinceramente nos compenetramos. Supo y sabe aguantar mi carácter y mi forma de ser.  Me demuestra que mi alma, no es un juguete. Me protege y mece mis sentimientos, aportándome seguridad. A ella le debéis mis versos.

Mi tesoro, mi diosa, mi corazón. Consiguió darme la seguridad y la protección necesaria, para abrirme mi alma al mundo. Me anima y me apoya. Se siente orgullosa. Y con ese orgullo, me anima a cercarme a vosotros. No con el fin de que mi alma se haga eterna, sino por el hecho de verme feliz. Feliz al crear, feliz al poder regalar un pedacito de mí. A ella se lo debéis. A ella se lo debo. Pues me demuestra cada día, que mi corazón está a salvo. Que mi sentir y me sentimientos puede ser mostrados, sin ser mal aprovechados. Que esa poesía, terapia del alma. No es un juguete, sino una ayuda, un detenerse en el tiempo para quien posa sus ojos en ella. Me muestra que mi corazón no solo se puede abrir, sino que debe hacerlo.  Pues el cariño, el amor, o lo que siento sea bueno o sea malo ha de ser mostrado. Porque a su lado, nada malo ha de pasar.   

Así que la poesía vino a mí para quedarse. Bien sea mostrada o escondida en un cajón. Me anima, me reconforta y me salva de mí mismo. La poesía llegó a mí para poder mostrar mi amor. La poesía se guardó y fue mostrada por amor. Pero la creación de la poesía no necesita amor. Pues en eso, solo depende de mi sentir. Y como siento todos los días, os doy la buena noticia. No os vais a quedar sin poesía.


Un beso y un fuerte abrazo de este Loco Soñador. Muchas gracias por leerme y espero poder seguir regalándoos más y más versos.    

jueves, 7 de noviembre de 2013

FRACASO

Fracaso

Fracaso, duro corredor de fondo
Que me persigue en mi camino.
Me adelanta,
Me coge de la mano,
Me susurra al oído.

Tan acostumbrado a ti
Tan cercano a mí.

Fracaso, medio dios imbécil.
Que de atorrante
Te haces pesado.

Hoy de ti me río
Me he acostumbrado a tus tonterías.
Me alagan tus atenciones.

Pero fracaso, compañero de camino.
Que sepas:
Que YO no me rindo.

Que no es tarde para comenzar.
Lo que todavía no terminó.
Y mi camino sigue
Y yo sigo.
Por mucho que me  persigas.
Mis hombros cargan.
Mi mente aguanta.

Fracaso, fiel compañero.
Hoy de ti me río.
Por tu cariño.
Por tu atención.
Yo, no me  rindo.

Y si has de lograr tu empresa.
Que sea en mi muerte.
Que esta fracase
Que se alargue
Que dure los 150.

150 años para verte
Aunque sólo  sea a lo lejos.

Fracaso, buen amigo.
Hoy de ti me rio.
Sigo mi camino
Persigo mi sueño.
Continúo con mi vida.