Palabras por el mundo

martes, 31 de julio de 2012

NOSOTROS

El calor del beso
Reanima al alma.
Pero no despierta al muerto.

Osado es amar.
Regala verdades a medida.
Provoca al orgullo.
Aboca la pasión y el fracaso.

El amor es débil,
Mal consejero.
Niño simplemente es.
Adolescente, que plano todo
Lo ve.

Pero amar es vivir.
Porque vivir es sentir.
Y el que el que ama, siente.
Y el que siente, vive.

Equivocarnos debemos.
Aprender de nuestros fracasos.
Adornarnos las pieles
Con dolorosas marcas de amor.
Que en fuego nos fueron tatuadas.

Construir historias propias
De tiempos pasados.
En los que los protagonistas éramos.
NOSOTROS. 

lunes, 30 de julio de 2012

MARATÓN


El maratón en la actualidad es una carrera de unos 42 km. Como no, es una de las pruebas olímpicas que se celebran estos días. Pero el origen del maratón nace en la Antigua Grecia.
Filípedes un soldado griego recorre 240km aproximadamente en tres días. Su intención es pedir ayuda a los espartanos. Puesto que el pueblo de Atenas se ve envuelto en una batalla con los persas. Aunque la ayuda  le es denegada. Filípedes vuelve  a Maratón (ciudad en donde se celebra la batalla) al llegar descubre que el ejercito persa es vencido.  Tal era su júbilo, que Filípedes recorre otros 40 km. Los kilómetros justos que separaban Maratón de Atenas. Al llegar nuestro héroe,  muere.


¿A donde quiero llegar? Filípedes no era un soñador, pero sí un loco. Y como loco que soy… Pues que se le coge cariño. Nuestro héroe recorrió 40km con ilusión, con cariño. Con la alegría del que se siente afortunado. Fausto por la victoria, corrió y corrió. Hasta que su vida, se escapó. Hoy en día es distinto, esto de la maratón. Las personas que los corren no sólo se preparan  físicamente, sino mentalmente. Correr un maratón es superarse a si mismo. Demostrase que puedes afrontar un reto de tal calibre. Y como no, disfrutarlo.

Filípides lo corrió con alegría, lo disfrutó y lo saboreó. Actualmente el que lo hace; lo disfruta, lo saborea. No soy un gran corredor, ni creo que esté preparado para correr un maratón. Y aún menos terminarlo. Pero también sé, que la vida (Esto que vivimos; que nos disgusta, que nos alegra, que nos entristece, que nos hace sentir mal, que nos hace ser nosotros mismos, bla, bla bla) es un maratón, una carrera contra el tiempo. Ese tiempo que nos hace viejos. Nos debilita el cuerpo e entristece nuestra alma. Un maratón es la vida. Porque por mucho que nos digan que sólo dura tres días, eso es mentira. Dura lo que dura. El que tiene suerte vive cien años de alegría. El que tiene menos suerte setenta y con más pena que gloria. Y el desafortunado, ese no se percata que vive. Se le pasa el tiempo y no lo llega a disfrutar. Piensa que el mundo está en contra de él. Piensa que sólo existen sus problemas, y estos son los más importantes. Piensa que la vida es aburrida, no sonríe y su alma se apaga.

Por eso, este Loco aquí presente. Este Loco,  preparará sus piernas para que estén fuertes. Cuidará sus pulmones y mantendrá su mente despierta y centrada. Porque pienso estar preparado para recorrer este maratón de vida. Este maratón de vida como hizo Filípedes, con alegría y con decisión.  Para que cuando yo llegue a mi meta,  me encuentre con la señorita muerte. Yo pueda sonreírle a la cara. ¿Te apuntas? 

jueves, 26 de julio de 2012

CORAZÓN NEGRO, CORAZÓN BLANDO

Si cubres tu corazón con miserias.
Este se volverá triste, miserable.
Y como si de flor, se tratase.
Este se marchitará.
Este se pudrirá.

Si cubres  tu corazón con miserias.
Este se volverá triste,  miserable.
El cielo se cubrirá, negro se tornará.
Pero no será noche.
Penumbra, eso será.
  
Si cubres tu corazón con miserias.
Este se volverá triste, miserable.
A la soledad llamarás.
Ella falsa tranquilidad te dará.
Y el amar se oxidará.

Pero si cubres tu corazón.
Con alegrías,
Con ilusión.
Este, fuerte se volverá.
Paciente se convertirá.

Los miedos serán aplacados
Los males serán aplastados.
Fuerte, como si de roca se tratase
Tu corazón será.

Si cubres tu corazón
Con alegría
Con ilusión.
Este, fuerte se volverá
Paciente se convertirá.

Encontrarás salida.
Reconocerás el camino.
Y como si fuera la estrella guía.
En tus largos viajes te acompañará.

Porque no es fuerte el corazón
Que sólo llora.
Sino aquel, que sabe cuando llorar.

Porque no es fuerte el corazón
Que sólo se queda.
Sino el que sabe disfrutar
Incluso  con la soledad
.  

martes, 24 de julio de 2012

UN PEDACITO DE MÍ (MANUAL PARA RECOGIDA DE PATATAS)


                Hoy voy a saltarme una norma de este blog. Me propuse no hablar directamente de mi vida personal, ni mucho menos de mi día a día. Pero no sé, hoy tengo ganas. Así que voy a hacerlo.
                A las 7:00 suena el despertador de mi móvil. Hoy es un día especial, es el día de la recogida de patatas. Sonará tonto, pero provengo de un pueblo del norte de Lugo. En este pueblo somos conocidos como “pataquieros” (patateros). No es que todo mundo tenga su huerto, ni mucho menos. Al revés cada vez quedan menos tierras de cultivo. Estas son o fueron convertidas en grandes edificios o carreteras con sus calles. Pero tranquilos, no pienso hablar de urbanismo.

 Suena el despertador y desayuno. Hoy desayuno fuerte (esto es raro en mí). Pero es comprensible, tengo que hacer un esfuerzo extra. Una vez desayunado me pongo la ropa de faena. Y acompañado o acompañando a mi abuelo, nos disponemos a ir al terreno. Llevamos pocas cosas, pues poco hace falta. Dos calderos, dos ganchas o raños( utensilio de campo que consiste en un palo que tiene como terminación tres dientes) El carrito del coche, el coche, El motocultor( tractor de dos ruedas) Este último me encanta que es el único, vehículo a motor que puedo conducir. Y no menos importante agua y vasos.
Una vez que tenemos el material en la huerta nos disponemos a trabajar la tierra. Primero pasamos el motocultor por los “regos” (surcos de tierra en donde están las patatas). Después con la ayuda del “raño o gancha” (En serio así le llamamos en esta zona) apartamos la tierra sobrante y descubrimos la patata. El penúltimo y último de los pasos serian cargarlas en los cubos y después en el remolque. Sencillo, gratificante y para toda la familia.

La técnica:

El motocultor: Como comprenderéis, por rango el encargado de llevarlo por la tierra, es mi abuelo. Es el más viejo y por lo tanto el                que más sabe. Pero como es bien sabido, algún día me tocará a mí. El manejo es sencillo, tiene un acelerador manual y un freno. Se acelera y se suelta el freno. Como es lógico, este va hacia delante. Se debe poner encima del “rego” o surco. Siempre intentando seguirlo. Si este se atasca porque no puede separar la tierra. Pues se levanta y se vuelve acelerar.

 El Rego o surco: Han de ser arados, los regos o surcos impares. Es decir dejando siempre uno en el medio. Así podremos trabajar de forma más ágil y mejor.

EL raño o gancha: Sirve para apartar la tierra. No hace falta clavarlo en exceso en ella. Ni tampoco tener demasiada fuerza. Simplemente arrastrarlo hacia ti, con la ayuda del pulso. Es técnica no fuerza.

El caldero: Se cargan en el caldero. Hay que mirar siempre que no se introduce ninguna podrida o “adentada” (dañada por la gancha o raño).                                              
Ahora ya sabéis utilizar las herramientas.

Lo que más me gusta de la tierra, es la tranquilidad que me da. Es como escribir, me ofrece una paz absoluta. Hoy cuando estábamos trabajando, veíamos como las patatas no habían nacido bien. Eran pocas, pequeñas y malas.

 Como comprenderéis, esto hace que la recogida sea más triste y aburrida. E incluso que el cansancio y el desánimo sean mayores. Pero bueno ya se sabe;  No todos los años pueden ser buenos. Casi lo mismo pasa con el blog. No todos los textos o poemas son buenos y gustan. Pero eso no es suficiente para que no lo intentes de nuevo. Lo importante en un “trabajo” es que sea gratificante para quien lo realice. Y ambas actividades, hacen que mi mente y cuerpo se relajen.  Cierto es, que el huerto me da cosas que comer; lechuga, cebollas, repollos, tomates… Y si no lo sabias, comer es una de mis actividades favoritas. Ya lo dice mi abuela: “Quien come, es Feliz”.

Si me veis, pensareis que comer como poco. Pero no os engañéis, como mucho y desde siempre. Pero bueno, que esto ya es otra cosa.

Como os decía. Tanto la huerta como escribir, me relajan. Y conseguir algo de estas actividades, es cosa de tiempo, paciencia y esfuerzo. Y de tener muy claro lo que quieres conseguir de ellas.  Tener algo muy claro. Tan claro que parezca que lo lleváis tatuado en vuestra alma. “Si algo no sale bien, no os desaniméis. Existen años malos. Pero tenerlo bien claro que el siguiente año, será mejor”.    
Y este es mi último consejo “agrícola” dedicarle tiempo y cariño. Antes o después la tierra os devolverá el cariño. Os enseñaría una foto del fruto obtenido. Pero como habéis leído anteriormente, no he llevado cámara. Esta no hace falta para la recogida de la patata.

Un saludo y un abrazo muy fuerte. Y gracias por leerme todos los días. 

PD: Imágenes utilizadas de Google imagenes. 

lunes, 23 de julio de 2012

MANIFIESTO DEL MONO



Cuando el hombre se convierta en mono. Mirará el cielo y lo disfrutará. Sentirá la tierra de nuevo con su pisar. Vestirá sus pieles y elegante se sentirá.
Cuando el hombre se convierta en mono. De nuevo, sonreirá. Saludará a su compañero al pasar. Abrazará sin preocupación al hermano. Lo poco que tenga, lo compartirá.
Cuando el hombre se convierta en mono. Volverá a disfrutar del aire que respire. Saboreará el sol y soñará de nuevo a la  noche.
Cuando el hombre se convierta en mono. Sacudirá su piel mojada y se sentirá vivo. Música escuchará al caminar. Y tan alegre será su ritmo que sin querer bailará.
Cuando el hombre se convierta en mono. De nuevo creerá en el Dios del cielo. Y la muerte no le preocupará.
Cuando el hombre se convierta en mono. De comida se alimentará. No se preocupará por su sabor, ni llorará el sacrificio que le permitió alimentarse.
Cuando el hombre se convierta en mono. Su palabra volverá a tener importancia y sus actos serán de nuevo válidos.
Cuando el hombre se convierta en mono. Sus líderes serán verdaderos. Velarán por el interés del grupo, no por la comodidad del ellos solos.
Cuando el hombre se convierta en mono. Estás palabras carecerán de sentido, pues jamás serán leídas. Pues las letras y las ciencias ya nunca existirán.
Cuando el hombre se convierta en mono. El pasado carecerá de sentido. Y los hombres que un día vivimos, desapareceremos en el olvido.
Cuando el hombre se convierta en mono. Mi legado estará perdido, extinguido. Mi semilla se tostará al sol, y se convertirá en pipa.  
Cuando el hombre se convierta en mono…. 

viernes, 20 de julio de 2012

Como un cartón en blanco( Título por decir )

Nunca he pedido nada a cambio.
Eso que he visto
Un mundo de personas

Llorando conmigo.
Llorando entre mis brazos.
Llorando a mi lado.

Derrumbarse murros.
Derrumbarse torres.
Derrumbarse galeones.
Incluso pichones.

Fui testigo de increíbles,
De impresionantes resurgir.

Intenté ser amable
Entender los corazones dolidos.
Ser un antibiótico,
En un día de dolor.

Me sentí querido
Por quien pensaba
Que todo, lo había perdido.

Era consciente que
La buena gente.
No extravía su amor.
Solo lo guarda
Aunque luego no sepa
Donde lo había  puesto.

Nunca he codiciado el cariño.
Sé, que este es infinito.
Por eso, como buen mendigo
Aprovechaba las limosnas,
Sin mirarlas con reparo.

Pero ahora, cubierto de oro.
 Miro atrás, al tiempo pasado.
Y no recuerdo rostros.
Y no recuerdo momentos.

Algo mi, ha pasado.
Y no consigo,  recordarlo. 
Por eso me siento
como un cartón en blanco.

miércoles, 18 de julio de 2012

ME AMASTE


El amor es siempre el mismo. Lo malo es que las personas cambian”. Paulo Coelho

Me amaste
Me regalaste tu amor.
Me concediste la paz.
Me ayudaste a empezar.

Me ligaste a tu alma.
Me ayudaste a comprender.
A uno sólo ser.

Me amaste
Me regalaste tu tiempo
Me dejaste saborear
Lo salado de tu cuerpo.

Me enseñaste el camino
Un mundo divertido.

Ahora pasado el tiempo
Nos toca reinventarnos.
Reconstruirnos de nuevo.

Adaptarnos al nuevo momento.
Conquistar viejos miedos.
Empezar de nuevo.

Y jamás olvidar
Que nos queremos.  

martes, 17 de julio de 2012

DÍA DEL LECTOR


Esta noche he tenido un sueño, hacía mucho tiempo que no recordaba lo que había soñado.
Esta vez ha sido distinto.

Estaba nadando, avanzaba lentamente por un ancho río. Hacia mi derecha grandes árboles se alzaban con sus ramas hacia el cielo intentando sostener un cielo cuajado de nubes. Hacia mi izquierda una gran pared de roca hacía imposible ver otra cosa que no fuera piedra desnuda o alguna larga enredadera.
Yo sigo nadando, el agua transparente y calmada me permite ver un millar de peces  que avanzan rápidamente por el fondo.
Nado hasta donde el río me permite, al final encuentro una cascada, de aguas espumosas que caen desde una gran altura formando un gran arcoíris, me fijo en todos los colores, sobretodo en ese maravilloso verde que rivaliza con el del mismo bosque, cuando miro la belleza a mi alrededor siento paz y armonía, me gustaría quedarme flotando en esas aguas para siempre.
Un ruido a mi derecha en el bosque llama mi atención, consigo ver esa figura, la de una joven  de cabellos plateados  y largas piernas. Parece danzar entre la maleza con movimientos ágiles y fluidos. Mi curiosidad me obliga  a nadar hacia el bosque.
Los árboles son grandes, más incluso de lo que me habían parecido en un primer momento  parece sencillo avanzar entre sus grandes raíces  saltando de una  a otra  bailando entre sus grandes troncos.
Avanzo, bailo  y salto, hasta que llego a un claro. En él,  cuatro enormes árboles  parecen haber apartado el resto del bosque para dejar espacio. Pequeños helechos  cubren el suelo de una forma uniforme  creando la sensación de que un mar de color verde, fluye entre los árboles con el vaivén de la suave brisa. Entre sus copas  se cuelan finas líneas doradas que consiguen iluminar  aquí y allá  pequeños trozos  de este verde mar. Todo en esta imagen resulta sobrecogedor, sin embargo lo que  más impresiona es la torre, una gran roca de un color gris  y verde se halla en el centro de este valle y sobre esa pequeña montaña  una torre de un color rojizo se alza por encima de las copas de los árboles. Es imposible no haberla visto desde el rio. Sin embargo es ahora la primera vez que lo veo.
Unas escaleras serpentean desde la base del valles hasta un gran arco en la torre  y subiendo por ellas baila la chica de cabellos plateados,  saltando de peldaño en peldaño con una gracia imposible.
La veo entrar por el gran arco de la torre, y algo dentro de mi me impulsa a correr hacia ella, salto, corro y nado entre el mar de helechos hasta que llego al principio de las escaleras, ahora que las veo de cerca  me lamento de la gran cantidad de peldaños que sin duda alguna tendré que  subir para llegar a la gran torre.
Lucho por subir peldaño a peldaño, hasta el punto que parece que mis fuerzas me abandonan, pero consigo llegar hasta el gran arco. Ahora al verlo de cerca me fascina las impresionantes tallas que decoran  el arco, en las cuales se pueden  distinguir  todo tipo de pájaros, grajos, chorlitos, cucos, halcones y búhos  que  a pesar de estar hechos en piedra  juraría que he visto a un par de ellos aletear.  El gran portón no está cerrado y con un leve empujón consigo entrar en la torre.
Lo que veo solo se puede describir como decepcionante. Nada hay dentro de la torre, solo sus muros que se alza hasta una negrura infinita, no hay muebles, ni tapices que embellezcan  la desnudez de la roca. Y lo peor de todo es que la chica no está, no hay cabellos plateados, ni largas piernas danzando grácilmente, lo único que hay en  la torre  soy yo.

Continuará  si os gusta

Un paisano

lunes, 16 de julio de 2012

EL CUERPO QUE VOLÓ


El cuerpo que voló. Se fue esquivo por la montaña arriba. Desapareció entre las sombras. Y helado y desconcertado allí,  me dejó.

El cuerpo que voló. Lo conocía a la perfección. Me había paseado entre sus curvas. Perdí el sentido con sus carnes. Pero aun conociéndolo, lo deseaba como si nunca lo hubiese visto.

El cuerpo que voló. Llevaba un pedacito de mi, pequeño. Pequeño pero importante. Pieza fundamental que me ligaba al mundo de los vivos.

El cuerpo que voló. Se fue, se marchó a algún lugar. Pero no se había puesto la sonrisa. Y eso me dolía, me duele.

El cuerpo que voló… el cuerpo que voló. No llevaba alas, pero se fue tan rápido. Tanto incluso, que no me llegue a percatar, en que momento alzó su vuelo.

El cuerpo que voló. Será guardado con esmero en mi recuerdo. Y me ayudará a hacerme fuerte, en días en que la soledad sea extrema. 

sábado, 14 de julio de 2012

CUANDO EL CORAZÓN CALLA

Cuando el corazón calla.
El mundo pierde su color.
Todo torna en gris.

Cuando el corazón calla.
Aparece el silencio
Desaparece el ritmo.

Cuando el corazón calla.
Apático se vuelve, vivir.
Vacío el ser.

Cuando el corazón calla.
El alma se apaga.
El tiempo se detiene.
Ya nada, hay que decir.

Cuando el corazón calla.
El frío envuelve tu cuerpo.
Lo detiene.
Lo paraliza.

Cuando el corazón calla.
Sólo se puede esperar
El mañana.

Rezar para que algo pase.
Esperar que el sonido vuelva.
Y no perder, la esperanza.

Eso, cuando el corazón calla.   

miércoles, 11 de julio de 2012

DÍA DEL LECTOR


 Os traigo un poema muy especial. Porque atendiendo a mis caprichosas peticiones, un lector. Alvaro Salandy me envía el poema que dejaré a continuación.

¿Que se puede decir de él?,

Pues que no sólo lo leáis, si no que también lo disfrutéis. Pues él atesora un cuaderno lleno de historias. Un blog que no sólo os cautivará por su diseño. Sino también por las sorpresas que existen dentro de las fotos. Un mar de poesía  que enamora al lector que ansia sentir.

Aquí os dejo ese pedacito de Alvaro que él mismo me cedió:

Adentro


El hombre que se lanza al vacío,
llega al infinito,
se deslumbra en el futuro,
muere naciendo
y se hace a si mismo.


Un hombre se lanza,
desde su molécula más pequeña
hacia la locura de sus sueños.


Sale de adentro
a la penumbra radiante.


-- 
alvaro salandy
inédito - 11 de junio 2012

Para leer más sobre él: http://alvarosalandy.blogspot.com.es/  Dale clip. 

PD: gracias Alvaro. 

lunes, 9 de julio de 2012

HE VUELTO


                Después de unos días, he vuelto. Regreso con energías renovadas, con ilusiones retornadas. El tiempo del silencio terminó.

                ¿Qué hice en este silencio?

Callarme, coserme el mundo a mi espalda, tatuarme un futuro a acuarela, quebrar mi mente al cansancio, a la presión. Y como no, volver a recuperarme.  Pues cuando uno toca fondo, y sólo puede alzar su cabeza para algo poder ver. Sólo tiene una cosa que hacer; escalar, volver a empezar.

Y eso hice yo. Resurgir de lo J`ondo (me encanta esta palabra). Busqué el Lugar, ese sitio en donde cuerpo y alma volviesen a sintonizar. Volví a escucharme, a contarme mis historias. Saber todo aquello que mis ojos vieron, y no pudieron contarme. Relajarme, centrarme… En una sola palabra; Calíbrame.

Me gustaría poder enseñaros ese sitio, pero no me parece apropiado.  Hoy voy a ser algo egoísta. Me quedaré con esa información para mi mismo. Pues sé de buena tinta que ese lugar es mágico; Que ayuda al perdido, que tranquiliza al nervioso, que alegra al triste… Pero también sé, que si se abusa de él. Este pierde fuerza y acaba perdiendo su sentido.